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9
May

Entendiendo la nube, hablamos de cloud computing

Hoy en día es muy común oír hablar sobre la “nube” o los servicios cloud. Gran cantidad de plataformas y servicios que usamos a diario se basan en este concepto, como puede ser facebook, dropbox, etc. Incluso en el entorno empresarial es cada vez más común usar infraestructuras cloud por las ventajas que aporta. Sin embargo, para muchos esto sigue siendo un concepto abstracto e intangible, así que daremos un paso atrás para entender qué es realmente la nube, cómo funciona y sus ventajas e inconvenientes.

Se denomina “cloud computing” al hecho de ofrecer recursos de computación bajo demanda a través de la red. En otras palabras, antes de que este concepto existiera, para realizar una tarea puntual, por ejemplo un cálculo matemático complejo, era necesario disponer de un ordenador con los recursos suficientes para realizar dicho cálculo. Una vez completado, ese hardware quedaba sin uso, lo que suponía un gasto innecesario para el propietario. Gracias al “cloud computing”, puedes contratar esos recursos necesarios para realizar esa operación matemática puntual, y sólo pagar por el uso efectivo del hardware, es decir, la duración de la tarea.

Esto no solo supone un ahorro sino que además evita tener que realizar una gran inversión inicial, por lo que empresas y particulares que antes no podían permitírselo ahora pueden realizar tareas complejas e incluso ofrecer sus servicios y pagar en base al crecimiento del mismo, mejorando la escalabilidad.

Fuera del apartado económico, también presenta ventajas técnicas, como la alta disponibilidad de los datos. No solo permite el acceso al servicio desde cualquier lugar con una conexión a internet, sino que, de forma general, los datos suelen estar replicados de manera que si un servidor falla los datos estén disponibles en otro, evitando la pérdida del servicio o de la información guardada.

Usar servicios cloud tiene muchos beneficios, pero hay que tener en cuenta que, como en todo, existen riesgos. La seguridad es una de las preocupaciones principales en este tipo de servicios. Al ser accesibles desde la red, es vital que existan firewalls para proteger los datos de accesos no autorizados, y que tanto el sistema operativo como los programas y servicios que se usan estén actualizados y apropiadamente configurados.

En este aspecto, es importante analizar a los proveedores cloud antes de decidir cual vamos a usar. Uno de los mejores indicativos es valorar el nivel de soporte que ofrecen. Normalmente un proveedor que responde de forma rápida y efectiva, y que se preocupa de sus clientes, tiende a controlar de manera más exhaustiva su propia infraestructura, informarse sobre nuevos fallos de seguridad y arreglarlos lo antes posible. En este aspecto, aunque los grandes proveedores son los que más reputación tienen, no siempre son los mejores, ya que la masificación afecta negativamente a la calidad del soporte y a la resolución de problemas.

Hasta ahora hemos visto el por qué de la nube, sus ventajas e inconvenientes, pero sigue habiendo una pregunta pendiente: ¿qué es y dónde está esa “nube”?

Siento decepcionar pero no es tan impresionante como toda la terminología que se usa. La nube son simplemente una serie de servidores (ordenadores) que mediante diversas tecnologías permiten la replicación de los datos y la distribución de la carga de trabajo entre ellos. Estos servidores se ubican en uno o varios centros de datos. La finalidad es que hayan ordenadores que contengan los mismos datos y realicen la misma tarea en varios lugares distintos, por lo que si uno de esos ordenadores falla, o se pierde la conectividad o la electricidad en uno de los centros de datos, siempre existe otra máquina capaz de proveer el mismo servicio, permitiendo el acceso ininterrumpido y evitando la pérdida de datos.

Son muchas las ventajas que podemos obtener de los servicios que ofrece la nube, sin duda algo a tener muy en cuenta.

Artículo redactado por Sergio González, CTO de ASYD

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